miércoles, 7 de mayo de 2014

María José Monge “Manos que dan nunca estarán vacías”


Por Erick Meléndez Delgado
emelde24@hotmail.com



Con una gran sonrisa en su rostro y con una forma de ser muy amable, la presidenta de Fundación Monge, María José Monge Chévez abre las puertas de su oficina. Esta vez,  para  dar a conocer quién es y que hace esta admirable y luchadora mujer.

A sus 35 años de edad, esta talentosa y emprendedora profesional, ha logrado grandes cosas en la vida de su familia y en la de ella misma. Pero además, lo ha hecho por muchos costarricenses también.
En su  cálida oficina, muestra su gran  amor por su familia. Fotografías dejan ver el compromiso de esta madre y esposa en lo que hace, donde su mayor compromiso es este, el de velar al máximo por el bienestar de ellos.
Con voz suave, firme y con mucha seguridad deja escuchar parte de los beneficios que brinda en su fundación a personas de muchos lugares, donde brindar una mano solidaria al que lo necesita es parte de lo que ella hace diariamente y lo que la hace feliz.

“Me considero una persona muy luchadora en lo que hago. Soy una mujer sensible hacia los sentimientos de los demás, empática, soy cálida con todos los que me rodean. Además, me gusta tener  relaciones a largo plazo, ya sea con mis amigos o con personas con las que he compartido cosas buenas y  malas a lo largo de mi vida”, así se describe María José Monge.
Una persona cariñosa, amorosa y muy jupona, como ella misma se ve, dice ser la presidenta de la Fundación. Una mujer que le gusta debatir diferentes temas y  por lo que a veces discutir con ella se vuelve un poco difícil.

Ahora en su etapa como madre ha aprendido a ser flexible y más tolerante. Para María José, el antes y el después de tener hijos ha cambiado “La esencia sigue siendo la misma” agregó la presidenta de la fundación,  debido a esto se enriqueció de una forma exponencial con sus hijos. Ellos le han dado la sabiduría que ha adquirido en este tiempo, siendo sus hijos una gran bendición.
Recordando momentos de su niñez, se devuelve a aquella época donde vivió su infancia, su querida Alajuela de la que se muestra muy orgullosa. En un tiempo donde la provincia de los Mangos no es la misma, revive anécdotas cuando salía al barrio a  jugar, donde podía entrar donde quisiera porque las puertas siempre estaban abiertas.

“Yo estuve en un colegio semi-privado, El Marista en Alajuela, un colegio que académicamente es muy estricto pero que prácticamente iba todo el mundo. Como es un colegio católico, sus bases son muy inclusivas con  las personas con menos recursos. Entonces desde muy pequeña teníamos compañeros de todo tipo. Gente con un montón de plata, estudiantes que eran becados con papás súper esforzados y teníamos compañeros que eran hijos de las cocineras de la soda. Una época muy bonita porque todos compartíamos entre todos, independientemente  que tuviéramos más o menos éramos la misma carambada!!”

Una niña alegre y traviesa siempre fue la forma de ser de María José ¡¡Yo ayudaba a la gente desde muy pequeña!!

 ¡Anécdotas que cambian la vida!
En aquel entonces, con los chiquillos que pedían por mi casa, desarrolle mi parte como maestra. El tema de dar órdenes y el tema de cómo enseñar, en que consiste la estructura mental de una persona, de hecho hasta con la gente de la fundación  lo hago. Esto no solo en su vida como educadora sino también ahora como presidenta de la Fundación “Nací siendo maestra”

Parte de lo que ha logrado ser lo aprendió de su mamá, una mujer que siempre se ha mostrado ser muy solidaria con los demás.  A esto se une una historia muy importante para su familia y es la llegada de un hermano más, un muchacho que de sangre no es familia, pero que para ellos así lo es. Este hombre llamado Jaime, posee parálisis cerebral que a pesar de su discapacidad trabajó jalando bolsas en el Mas X Menos de Alajuela durante muchos años. Fue después cuando su mamá, Elena Chévez lo adoptó, donde Jaime les demostró grandes deseos de superación y de esfuerzo conforme pasó el tiempo, logrando llegar a trabajar por mucho tiempo en la Fundación  hasta hace unos meses que se pensionó.

“Jaime es una persona que no solo requiere de cuidados”  Se debe tener la tolerancia necesaria para sentarte a comer con una persona así, porque hay personas que les da asco, a mí no! para nosotros en la casa era normal, que si le caía la comida, que si hablaba con la boca abierta. Entonces mi mamá lo que hacía era regañarlo pero él seguía haciendo lo mismo no hacía caso, recuerda María José Monge la llegada de su hermano.

En su vida rescata y valora lo que sus padres le han inculcado y dado en todos estos años. Su papá, propietario de fincas en San Carlos mantiene mandadores que cuidaban sus tierras. En aquellos tiempos mi mamá era igual con todo el mundo, no era que nosotros éramos los hijos y el resto los piojosos no!!! Todos éramos piojosos ahí y el que agarraba caballo, agarraban caballo todos. Si yo iba a comer algo, comían todos los chiquitos, ella nunca hizo diferencia con ningún niño que tuviera más o menos recursos que yo.  Para ella eran seres humanos que tienen los mismos derechos y que debían que ser tratados con el mismo respeto, situaciones y anécdotas que guarda en su vida  y que hacen que admire a su mamá desde pequeña.

Además se describe como una chiquita que fue muy traviesa, muy creativa, que le encantaba hacer un montón de cosas. Tenía gran amor por los  animales, pasar montada a caballo, y más aún si tenía que ver con arte: bailar, cantar la apasionaban, pero con mucha honestidad deja claro como su vida de estudiante no fue muy buena. Situación que cambia cuando ingresó a la universidad. Su pasión por  la Educación Especial, la llevaron a obtener las mejores notas de la universidad.

 Pese a tener una infancia feliz, hubo una situación que marcó su vida a pesar de su corta edad. La separación de sus padres cuando apenas tenía nueve años le afectó en su niñez, porque  era un tema que no entendía “Me tocó vivir en una época donde nadie se divorciaba en Alajuela, situaciones donde mis amigas me decían no puedo jugar con vos porque como tu mamá es divorciada y  mi mamá no me deja jugar con vos”

¡Metas claras!

Desde pequeña quise tener una familia unida, un buen esposo, quizás por todo lo que yo había vivido de tener una familia separada, estaba entre mis principales metas. Además quería vender, yo quería tener una tienda de algo, de lo que fuera. Pero mi sueño principal era este el de tener un buen esposo y varios hijos que gracias a Dios lo logré, recuerda María José.

A pesar de esto, todavía tiene cosas que le faltan por realizar. Su gusto por la música y el de bailar la llevan a una meta y es la bailar, es una de sus pasiones,  de meterse enserio a bailar, escoger algún tipo de baile, flamenco, bailes étnicos, la salsa, merengue, el cha cha cha, la bachata que son muy caribeños y por otro lado el tango y el flamenco  que  de cierta manera tienen algo de latín me atraen.

¡España; nuevas experiencias!

Una nueva experiencia fue su paso por España ¡Yo me fui y mis papás me dijeron adiós! A mí nadie me fue a dejar allá, nadie me rentó un  apartamento, nadie me dijo donde tenía que cocinar, ríe María José.
El sueño de ser profesora surgió aumento con la oportunidad de estudiar en el extranjero. A su amiga y a ella  les otorgaron una beca, una beca muy difícil de obtener. ¡¡Yo dije si me dan la beca yo me rapo!! Y me la dieron y me tuve que rapar, recuerda con una gran sonrisa la Presidenta de la Fundación.  Además recuerda como esta muchacha que no era su amiga,  que solo era compañera de la universidad se convirtió en su  hermana de la vida.

Este viaje estuvo muy ligado a la filosofía de mi familia. Papi nunca nos dio manos llenas de nada, pero de ¡nada! Debíamos de trabajar para ganarnos nuestras cosas, en la universidad yo tenía un presupuesto que papi me mandaba pero era un presupuesto para comer,  para tener un apartamentito chiquitico, sencillo, plata para el transporte y ya.

 Una transferencia,  no era que me envían dinero a cada rato, ni que tenía una tarjeta que pasaba a donde fuera no! si yo gastaba ese dinero  salada porque no me mandaban más y a mi amiga también.  Fue algo nuevo porque entre las dos tuvimos que buscar apartamento, saber cómo rentarlo, pagar cuentas, hacernos cargo de cosas que en nuestras vidas lo habíamos hecho, y menos aún sin ningún tipo de ayuda de nuestros papás, recuerda María José.

Este país que tenía gran cantidad de inmigrantes, en su mayoría ecuatorianos, existía mucha discriminación de la que les tocó vivir. Nadie quería rentarnos un cuarto porque éramos sudacas; así nos decían a los que somos de América. Porque los ecuatorianos rentaban un cuarto y querían meter a 15 personas, por lo que estaban molestos y con razón.

“Nosotros también éramos inmigrantes pero tenían una gran xenofobia hacia nosotros, pensaban que nosotros llegábamos a quitarles el trabajo a ellos”, entonces eso fue duro debido a la forma en la que me trataron.

¡Inspiración en su formación profesional!

En su estadía en España, Jaime estuvo muy presente en su vida.  Cuando estuvo en el colegio había un aula integrada, una clase donde llegaban jóvenes con discapacidad y los ponían hacer las meriendas de la soda, entonces yo en el recreo iba con ellos, le gustaba mucho enseñar y le encantaba los procesos de enseñanza. Yo estudie autismo hace 10 años, donde en Costa Rica no existía algún especialista que supiera lo que mi amiga y  yo sabíamos, si existían personas que sabían sobre el tema, pero nuestro nivel no.

¡Compañero de vida!

Más adelante llegó a mi vida Alfonso Ferraro ¡Él es lo máximo! Dios  lo puso en mi camino desde muy pequeña, nos dejamos de ver por un tiempo, y nos volvimos a reencontrar “Es la persona en la que yo más confió en cuanto un criterio pata tomar decisiones importantes en nuestras vidas, es un hombre ecuánime, inteligente, afectivo, pacífico, tiene muchas cosas como al contrario mío”.

Un hombre tranquilo, que piensa las cosas, las hace despacio, se toma su tiempo, todo lo contrario a ella que le gusta hacer las cosas de una vez,  algo curioso porque esto logra un equilibrio en su pareja. Un gran papá que para mí es muy importante, un papá fuera de serie con sus hijos, tiene sus cosas como las tengo yo, espero que como hasta el día de hoy seamos compañeros de vida. Un matrimonio unido, por supuesto como todos los matrimonios, con su pruebas, sus dificultades, pero sí somos un matrimonio que hemos sabido llegar hasta donde nos encontramos hoy, expresó María José.

¡Una nueva vida como papás!

Después viene nuestra época como papás ¡La experiencia como padres primerizos fue súper linda! Con Felipe fue divertida ya que era un chiquito que lloraba mucho y tenía unos cólicos, que no los dejaba dormir, fue tremendo porque no paraba de llorar y él y yo no sabíamos que hacer. Noches de completo desvelo fue de todas las madrugadas hasta que se logró que se durmiera, era un chilindrín, un cohete recuerdo como mami me decía “vos eras igual” y yo ¡pobrecita mami!

Con los gemelos, ahí sí tuve ayuda por las noches porque era imposible, se levantaba uno y al rato se levantaba el otro,  entre la muchacha que me ayudaba, mi esposo y yo nos turnábamos para poder lograrlo y más que en ese tiempo Felipe tenía dos años, se volvía más complicado.

Cuando iba a nacer Felipe yo dije: él tiene que nacer un día diferente para comer queque dos días, para que él tuviera su día, más que él tenía que nacer el mismo día de mi cumpleaños. Yo le dije al doctor ¿Será que podemos hacerlo el día siguiente? porque Felipe venía sentado, él era muy grande, muy gordo, por lo que fue cesaría y se repuso el parto. El doctor dijo si podemos esperar un día más y yo dije perfecto, él tiene su día y yo el mío, cuenta con una gran sonrisa al recordar su caso de embarazo.

Luego con los gemelos fue muy divertido porque el papá de “Poncho” es gemelo, la mamá también es gemela, mi tía abuela es gemela, una familia de gemelos. Un día en el que fuimos donde la doctora que me hacía los ultrasonidos, se vuelve poncho  y me dice vacilando “Si son gemelos yo me voy de la casa y vuelvo cuando tengan 18 años” en eso empiezan hacer el examen, y cuando los dos vimos las dos bolitas Poncho se quedó serio.

Fue una experiencia muy retadora físicamente, pero es como si todos fueran en la misma patineta. Es una época de chupones, pañales, malas noches, sillas de carro, coches, es mucho pero en muy poco tiempo pero que es pasajero. Es una forma de planificar un las cosas. Me gusta  estar presente en la vida de mis hijos y si puedo estar ahí, esa siempre será mi prioridad y lo voy aprovechar.

Ahora como madre me gusta inculcarles a mis hijos el amor incondicional que yo les doy a ellos y que ellos sientan que son lo mejor para mí es lo más importante. Mi ejemplo va ser lo que  los forme a ellos. Muchas veces  como persona trato de reflexionar lo que hago. Por ejemplo un día en mi carro, pasé y le arranqué el retrovisor al otro carro entonces en ese momento pensé me quedo o me voy. En ese momento reflexioné y dije no tengo que hacer lo correcto y más que eso que mi hijo lo vea.

Por ende, un ambiente  amoroso, estructurado en la casa, aspectos muy importantes que se deben tener para criar a los niños. Además de que aprendan de lo que yo hago y no de lo que yo digo, es la manera en la que yo busco que mis hijos sean respetuosos, tolerantes y bondadosos con los demás.

Eso sí, soy una mamá muy estricta. Me conmuevo fácilmente pero cuando impongo un castigo me mantengo firme. A veces cuando castigo a alguno, pienso pobrecito, pero a la vez digo no, tiene que aprender. Claro cuando me dan un beso yo me derrito, pero cuando es algo serio no me conmuevo.

¡Al mando de la empresa!

Además de mi familia, dedico parte de mi tiempo en la empresa que surge de la misma insistencia de mi mamá, de ayudar a las demás personas, a ser justos con todos. Recuerdo que mami siempre nos decía cómase la comida porque hay otros chiquitos que no tienen que comer o juegue con esos juguetes o se los doy a alguien que si los disfrute, entonces mis hermanos y yo queríamos ver la forma de cómo ayudar, hacer una cambio significativo en la vida de una persona, la verdad invertir en la vida de un joven para que termine el cole y además haga una carrera técnica para que se incorporen al mercado laboral con un salario muy bueno entre $700 y $1.000 al mes. El objetivo era realizar un proyecto poderoso y sostenible que impactara rotundamente en una familia.

Mi papá Carlos Monge fue y es una persona emprendedora admirable. Mi papá era una persona de muy escasos recursos. Empezó vendiendo empanadas argentinas hace 50 años, de ahí tuvo muchos negocios que pegaban o que quebraban pero ahí iba, hasta que inició con la importación de electrodomésticos, abrió las tiendas Gallo más Gallo  y las tiendas de Importadora Monge, donde mis hermanos ya grandes se las llevaron a otros países. Ahora mi papá tiene otras cadenas de tiendas, fincas, siembra yuca, siembra piña, tiene un depósito libre ¡cosas que ni yo sé cómo las ha hecho!

¡Su estadía en el Ministerio de Educación Pública!

Algo con lo que estoy agradecida con el Ministerio de Educación Pública aprendí como es la gente que trabaja en el MEP, es muy diferente ver cómo trabaja la gente en un colegio público, como en un colegio privado, un mundo diferente, donde las necesidades cambian. 

Con los niños con los que trabaje, no tenía un sentimiento de conmoverme más bien yo veía en ellos una oportunidad, con estos estudiantes a los que yo les  enseñaba algo, más bien con eso ellos me lograban enseñar a mí. Ellos son personas como todos nosotros con miedos, preocupaciones, felicidades, tristezas. Aunque su pensamiento pueda ser elemental por su retraso mental, ellos también tienen sueños, metas, necesidades, ellos se dan cuenta cuando alguien les está hablando como tonticos, cuando se burlan de ellos. 

Por más retardo mental que tengan ellos se dan cuenta y sufren por eso, no tanto conmoverme, por supuesto los disfrute, gozábamos muchísimo, si pones a una persona con retardo mental y lo atendés como se lo merece, ellos te lo van agradecer.

¡La educación en el país!

El  principal  reto de los jóvenes es que le encuentren un sentido o que tengan interés con la educación secundaria. En cuanto a la metodología no presenta o no es nada atractiva para los jóvenes, que no incluye tecnología, hay mucha  materia que no amerita mucho sentido para ellos. Pero este un reto país, convertir la educación en educación lúdica, creativa, científica, muy vinculada al arte y a la tecnología. Si ahorita tuviera una varita mágica lo que haría es convertir todos los colegios del país en técnicos vinculados a la parte científica y al arte.

Por eso los proyectos están en relación con el Ministerio de Educación Pública desde el principio, alianzas no solo con educación pública sino también por ejemplo con el Departamento de Educación Técnica y Capacidades Emprendedoras (DETCE) ya que ahorita no solo estamos con colegios sino implica desarrollo emocional alrededor. Uno de los programas que estamos muy enfocados es “MÁS ALLA DEL COLE”  donde estamos dando herramientas para la vida.


Yo considero que es más importante la parte emocional que la parte del dinero, sin el dinero no se come, pero si no comes no podes estudiar, va de la mano “La parte emocional te define la vida”

¡Fundación Monge en unos años!

En un futuro quisiera tener 1000 becados en cada país donde está Grupo Monge, acabamos de abrir en Perú. También queremos realizar  intercambios de estudiantes de país a país para que no solo se enriquezcan de conocimientos si no también culturalmente. Para esto necesito y busco que mi relación con mis colaboradores sea buena y que gracias a Dios lo llevo a cabo. Pasamos por situaciones muy  difíciles.

 Cuando iniciamos el programa solo fuimos Anayansy Hernández y yo entonces eran días de trabajo muy duros, con muchas dudas, ya que no sabíamos si lo hacíamos bien o mal, esto te genera dudas.

La época más dura para ellos fue la parte de mis embarazos. Había días en los que no podía venir por lo mismo, más aun cuando tuve a los gemelos. Ahí las decisiones era con vía correo o hasta ellos eran los que decidían  porque yo no podía estar, yo les dije yo confió en ustedes.

Pese a estos los resultados han sido tan hermosos, jóvenes con sus trabajos, con buenos salarios, empoderados, felices, que se le abrió la mente. Son tantos jóvenes ya, el año pasado se graduaron 122 que están trabajando, en la U que terminaron el cole que es la etapa más difícil, todo lo demás es ganancia. Cada historia tan linda, tan personal, tan íntima. Lo que sí digo es con solo el hecho de cambiarle la vida a una persona ya es una ganancia enorme.

Con las personas que dejaron el programa de becas por algún motivo les digo que mi parte tienen todo el respeto no soy quien para juzgar, si me enojo, porque digo quizás le pudo cambiar la vida, tal vez mañana te vas arrepentir, vas a decir porque yo no aproveche eso.

Ahora hay un montón de proyectos que vamos a llevar a cabo. Quiero ampliar las prácticas profesionales aquí, quiero que más becados trabajen para Grupo Monge. Continuamos con alianzas con otras empresas para que reciban nuestros estudiantes. La visión que tengo de un joven es verlo vestido elegante, que hable con seguridad, con metas claras, ganando bien,  todo un profesional.
María José Monge con su grupo de Colaboradores en Fundación Monge de izquierda a derecha Karol Mora, Gloriana Gómez y Byron Salas Conejo.

En esta trayectoria he madurado como persona. Hacer las cosas despacio, a su tiempo, analizando, más atenta, menos impulsiva, a una relación entre el becado no solo a darle si no que nos de algo a nosotros, ya que en el momento en que a una persona se le da todo en bandeja normalmente no se valora.

¡Un buen consejo a los jóvenes!

Ahora yo les diría a los jóvenes que lean,  que busque algún tipo de lectura que le guste, lo que sea, porque la lectura te lleva a lugares que no te imaginas, te abre la puerta de la cultura, la imaginación.  Que cultive su corazón, que escuche a su corazón, el centro del tu corazón porque este sabe lo que es bueno para cada uno, y actuar como este te lo diga.

Una frase que comparto y que me representa es que “MANOS QUE DAN NUNCA ESTARÁN VACIAS”  De la Madre Teresa, algo tan celestial, me encanta el amor de ella hacia los demás, ella nunca le tuvo asco a nada, a lavarle los pies sucios a alguien, a un enfermo para mí eso es el amor más grande de personas hacia otra. 
María José Monge, desarrolla su programa a Centroamérica le tengo Fe, donde jóvenes de los diferentes países son beneficiados con sus becas y ayudas.

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